Raquetas. Toronzué. 10 de Febrero. Crónica.

La previsión meteorológica nos hace adelantar al sábado la salida de este fin de semana…todo sea por conseguir realizar la esperada actividad de raquetas.

Discreto madrugón y nos ponemos en camino disfrutando del blanco paisaje que las últimas nieves han dejado en el Pirineo. A medida que nos acercamos al punto de partida, el cielo se cierra gris sobre las cumbres y nos genera cierta incertidumbre.
Dejamos los coches en la entrada del túnel de Cotefablo y nos ponemos en camino con un ambiente invernal y silencioso, los copos cayendo suavemente…
La temperatura es agradable, perfecta para ir subiendo sin prisa pero sin pausa. Una esponjosa nieve recién caída nos hace olvidar que ya estamos sudando. Ganamos altura a un ritmo suave que nos permite ir charlando y disfrutando de la compañía, que está a la altura del paisaje.
Una vez alcanzado el collado, el viento arrecia y se va transformando en un ventisca cada vez más incómoda…como el equipo aguerrido y motivado que somos, seguimos avanzando confiando en que podremos llegar a la cima del Torunzué, que nos espera invisible tras un manto blanco.
Pero la realidad y la ventisca sacude nuestras cabezas y optamos por la prudencia…decidimos comenzar a bajar cuando abrirnos paso se complica, con las ráfagas de viento lateral levantado nuestros palos.
En el camino de regreso, atravesamos los remolinos de nieve polvo y llegamos a una parte del camino menos venteada.
Con la tranquilidad del qud va de regreso vamos dejando atrás el temporal de las cimas, para ver cómo el cielo se hace menos plomizo y deja intuir los rayos de sol. A medida que avanzamos ya en animada charla, se abre un claro entre las nubes y volvemos a ver el sol.
Bordeamos ya la ladera avistando la Peña Montañesa a un lado, y a nuestras espaldas el Otal, disfrutando de conversaciones que siempre te enseñan algo del otro y algo de tí.
Conquistamos praderas cubiertas de nieve virgen, retozamos y gozamos como chiquillos en el bosquecillo que nos anuncia que la excursión llega a su fin.
Hidratación, secado rápido y a buscar un lugar tranquilo donde comer al sol…y al viento. En un recodo del camino a Orós desde Biescas, resistimos como los cheposos que somos y cerramos el círculo de la felicidad con un café – tertulia al fuego, en Escuer.
Un de esos días pequeños y enormes en los que sientes que sientes que la vida es para tí.

3 Comments

  1. Jose Antonio Atrian Valero. el 6 de febrero de 2018 a las 12:33

    Hola, buenos dias compañeros, ya teneis pensado el sitio para hacer la actividad de raquetas…????. Muchas gracias.

  2. AsCimas el 6 de febrero de 2018 a las 17:18

    Hola, José Antonio mañana se dará la información en el club, después la pondremos aquí.
    Un saludo.

    • Jose Antonio Atrian el 7 de febrero de 2018 a las 08:00

      Muchas gracias por responderme. Ahora a ver que tiempo nos vaticinan, que vaya semanicas que llevamos, joer. Esta tarde no me va a ser posible acercarme al club, puesto que llevo turno de tarde en el trabajo. Un abrazo.

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